Soy Álex, la persona que dirige Abeiro da Loba.

En 2015 tenía un trabajo en Pontevedra, donde nací. Pero también un vacío que necesitaba llenar, así que decidí dar el paso y mudarme a Madelos, mi aldea, donde se encuentra esta casa y donde vivieron mis antepasados y por tanto parte de mis raíces.

Antes de dar el paso decidí hacer el Camino, para aprender de la experiencia y tomar nota de aquello que necesitaban los peregrinos.

Me puse una mochila casi vacía a la espalda y una libreta en el bolsillo. En ella anoté todo lo que me hizo vibrar, y con esas anotaciones encontré la manera de hacer realidad mi sueño. Y sin proponérmelo, también el de mi abuelo y mi padre.

He necesitado 5 años y mucha (mucha) ayuda de familiares, amigos y profesionales para levantar cada piedra caída y acondicionar la casa tal y como querría enseñársela a él.

Con la contribución de muchas personas hemos conseguido preservar la historia de este lugar y darle una nueva vida, creando un espacio para todos aquellos que busquen un contacto cercano con la naturaleza y un diseño arquitectónico singular.